
La familia es un grupo de personas que se relacionan entre sí tanto por lazos de sangre o por afinidad. Son conjuntos sociales que varían según la época, el lugar o la cultura en la que estén conformadas, por lo tanto no podemos marcar una definición universal de “familia”.
Sin importar si tienen una relación consanguínea o no, las familias son conjuntos que componen la sociedad e idealmente representan un entorno de convivencia, apoyo y amor mutuo. Estos grupos son necesarios para el desarrollo del individuo y su inserción en la sociedad.
Puede considerarse entonces a una familia como un grupo de personas que comparten vínculos consanguíneos o de afectividad, reconocidos socialmente. La forma de conformación de una familia varía de acuerdo a los cambios sociales a su alrededor, pudiendo hoy encontrar conjuntos familiares mucho más diversos que hace unas décadas.
Dependiendo del lazo de sus miembros y de la relación entre ellos, hay distintos tipos de esquemas familiares en los que se agrupan la mayoría de estos conjuntos. Sin embargo, pueden existir otros grupos que consideren que tienen una relación “familiar” y que no cumplan con estas características.
Los distintos tipos de familia
Se puede entender al modelo clásico de familia formada por una pareja heterosexual de un hombre y una mujer con sus hijos, biológicos o adoptados, como familia nuclear. Pero, por el otro lado, si se trata de una pareja homosexual, independientemente de si son hombres o mujeres, con hijos biológicos o adoptados se trata de una familia homoparental.
Si la familia se compone de sólo el padre o la madre con hijos, se trata de una familia monoparental. Esta situación puede darse por una separación, abandono o fallecimiento de uno de los padres; pero también puede conformarse por padres o madres que decidan tener hijos por su cuenta, tanto biológicos como adoptados.
En el caso de que una pareja sin hijos conviva en un mismo hogar, pero no tenga ningún enlace legal de por medio, se puede considerar que es una familia de hecho. La convivencia denota la voluntad de conformar un núcleo familiar, sin necesidad de optar por el matrimonio, por ejemplo.
Si sumamos a otros miembros consanguíneos o no, como hermanos, tíos, primos, abuelos u otros, a los grupos familiares anteriormente mencionados, se denomina familia extendida. Este tipo de familia no se relaciona por medio de la convivencia, sino de los lazos sanguíneos o por elección de cada miembro de los núcleos familiares más íntimos.
También puede darse el caso de una familia ensamblada, que se forma por agregados de dos familias o más, o gente con vínculos creados mediante la convivencia. Este es el caso de familias de sólo hermanos o de amigos por ejemplo, que eligen crear una red de apoyo mutuo.
La familia también se elige
En la forma de pensamiento moderno se puede entender como familia a cualquier grupo que se conforme por elección y compartan lazos especiales que fomenten la seguridad y apoyo necesarios en un grupo humano.
Ya no basta con compartir lazos sanguíneos para llamar a alguien “familia”, sino que es más sano para cada individuo poder decidir quiénes forman parte de este círculo íntimo y tan vital para el desarrollo de las personas.
Nada puede obligar a alguien a formar parte de una familia sólo por el hecho de haber nacido en ese grupo determinado, sino que las relaciones familiares son mucho más complejas y se forjan en el tiempo mediante la confianza y el apoyo entre las partes.
Se puede llegar a la conclusión entonces de que los grupos familiares pueden estar formados por personas con relación sanguínea o no, pero que sí son vitales los lazos de amor y relación sana para que el grupo social sea beneficiosos para todos sus miembros.